Caso Práctico: Farmacias

Con miles de líneas de productos, con un pequeño grupo de empleados y con normas inquebrantables, las soluciones de etiquetas electrónicas para estanterías ofrecen increíbles ventajas comerciales para cualquier farmacia.

Cantidad de empleados: generalmente cinco o menos
Cantidad de líneas de productos: desde 800 hasta más de 10,000

La mayoría de las farmacias simplemente no disponen del personal o el presupuesto para contratar a un repositor dedicado. De esta manera, disponen de poco tiempo para realizar tareas como actualizaciones de precios o comprobación de fechas de vencimiento.

Si a esto se agregan las obligaciones legales de mostrar el precio por litro o por kilo (con multas en caso de incumplimiento), la mayor competitividad ocasionada por las ventas de productos farmacéuticos en hipermercados y frecuentes cambios de precio, resulta claro que las empresas pequeñas están enfrentando un desafío altamente complejo.

La implementación de nuestras etiquetas electrónicas para estantería generalmente le cuesta a una farmacia menos de lo que cuesta una hora extra por mes de salario (no se incluyen artículos de consumo) y le permite ahorrar mucho más.

Ya no es necesario que el personal se dedique a la fijación de precios y, de esta manera, dispone de más tiempo para atender a los clientes y preparar las medicaciones.
Las etiquetas muestran información como fecha de vencimiento del producto individual o fecha de entrega, permitiendo que el personal no solo controle las existencias sino que responda mejor a las consultas de los clientes.

Al permitir que realicen aumentos de precios sobre cualquier producto, las farmacias pueden realizar promociones a corto plazo y reflejar el costo adicional de la compra de otros productos que escasean en el laboratorio.
Las farmacias que funcionan las 24 horas implementan precios diurnos/nocturnos.