Caso Práctico: Cash & Carry Metro

Con más de 700 tiendas en 30 países prestando servicios a hoteleros y servicios de catering, propietarios de restaurantes y comerciantes minoristas, Metro necesita mantener su competitividad.
Y para ello se necesita una fijación de precios flexible y con capacidad de reacción.

Cantidad de empleados: >100 000
Cantidad de tiendas: >700
Cantidad de etiquetas: más de 2.2 millones de etiquetas en Alemania

Metro fue el primer comerciante minorista en el mundo en presentar las etiquetas electrónicas en estanterías.
Entre 1996 y 1999, se implementaron etiquetas en todas las tiendas mayoristas o Cash & Carry de Alemania.
Actualmente, cerca de 60 tiendas mayoristas están equipadas con este sistema en Alemania.
Esta solución está presente en otros 10 países.

Metro es uno de los principales mayoristas en autoservicios del mundo y, como tal, se ubica en la primera línea de las fluctuaciones de precios, que son impulsadas no solo por los costes de compra y los cambios de insumos, sino también por los cambios en las percepciones y las demandas de los clientes, las promociones, el clima e incluso los eventos a nivel mundial.

Con una amplia variedad de productos que va desde productos frescos hasta textiles, equipamiento para oficinas y mucho más, Metro necesitaba una solución simple, integral y rentable para lograr la flexibilidad de precios total.

Metro comenzó la implementación en Alemania.
El proyecto estuvo a cargo de su equipo central de tecnología de la información a fin de garantizar que cada instalación se realizara sin inconvenientes y de que hubiera una instalación uniforme en todas las tiendas.

La solución permite un control central y directo sobre todos los precios, la fecha exacta del inicio y término de las promociones y un control indirecto sobre otros los procesos operativos.
Ofrece nuevas posibilidades como microincrementos, promociones más inteligentes y reducciones de final de línea para borrar las existencias anteriores, además una mejor administración de existencias.

Las reducciones significativas en los errores de precio permiten que Metro experimente menos quejas y logre ahorrar tiempo.
Ahorros en costes de investigación y corrección de errores, contribuyen a la mejora del servicio al cliente.
En Portugal, Metro redujo los espacios vacíos en de las estanterías de 1,000 a 300.
Esto se logró al hacer un simple chequeo de cada etiqueta para verificar la existencia de producto en la trastienda.

Metro continúa evaluando nuestras soluciones para mejorar aún más su funcionamiento y eliminar la impresión de los precios y las etiquetas en papel.